¿Buscas una impresora 3D de gama media-alta? ¿Necesitas una máquina específica con altas prestaciones? Aquí tienes un listado de modelos para contrastar información valiosa a la hora de comprar una impresora 3D profesional.
-
Alchemist A200
1.700,00€ Comprar -
BIBO 2
699,00€ Comprar -
BQ Witbox 2
1.499,99€ Comprar -
Choc Creator
3.798,00€ Comprar -
Colido COLD3D-LMD031B
2.078,67€ Comprar -
Electronshark 3D
2.985,00€ Comprar -
Fabtotum Core PRO
3.100,00€ Comprar -
Flashforge Guider 2
1.299,00€ Comprar -
Geetech D200
1.216,12€ Comprar -
GOWE 3D Printer
2.532,80€ Comprar -
JGAURORA GW 07
1.659,42€ Comprar -
Kloner3D 140
2.697,15€ Comprar -
LION 2
1.750,00€ Comprar -
Liquid Crystal PRO
6.247,72€ Comprar -
Makerbot Replicator 2
2.598,95€ Comprar -
Makerbot Replicator Mini +
1.948,00€ Comprar -
PrimaCreator P320
1.494,00€ Comprar -
Raise 3D N2
3.400,00€ Comprar -
St3Di ModelSmart Pro 280
2.317,37€ Comprar -
Ultimaker 2 +
2.349,90€ Comprar -
Ultimaker 2+
2.340,00€ Comprar -
Ultimaker 3
3.660,30€ Comprar -
Volumic Stream 20
3.990,00€ Comprar -
Wiiboox One Mini
911,42€ Comprar -
XYZprinting Nobel 1.0A
2.014,00€ Comprar -
Zortrax M300
2.890,00€ Comprar
¿Quién podría/debería comprar impresoras 3D profesionales?
De una impresora 3D profesional se espera un gran rendimiento y unas altas prestaciones. Y, en muchos casos, que tenga unas características específicas para un determinado sector/ámbito profesional.
Las impresoras 3D de gama alta suelen ofrece posibilidades que no permite una impresora 3D más barata. Por ejemplo, existen impresoras 3D capaces de imprimir metales como cobre o aluminio, e incluso titanio.
Algunas de estas impresoras 3D profesionales no funciona por deposición de filamento, sino que emplean otras tecnologías de impresión 3D más avanzadas. Es el caso de las impresoras SLA o SLS, las cuales funcionan mediante resina fotosensible.
Lo cierto es que hoy en día las impresoras 3D se usan en numerosos ámbitos profesionales. Se emplean en construcción de edificios, alimentación, para construcción de maquetas, de piezas ortopédicas, repuestos mecánicos de todo tipo, carcasas de móviles, figuras para juegos de mesa, drones, aplicaciones robóticas, biomedicina…
… Y un largo etcétera porque la lista sigue. La pregunta no es «¿qué se puede hacer con una impresora 3D?»,, sino «¿qué NO se puede hacer?».