Aunque la pregunta del título pueda sonar a ciencia ficción, lo cierto es que ya hay avances significativos que nos hacen pensar que en un futuro no muy lejano, se puedan llegar a imprimir órganos en 3D.
La impresión 3D en medicina
En los últimos años la impresión 3D ha avanzado mucho y ha demostrado que puede tener aplicaciones en numerosos campos. Uno de ellos, sin duda, es la medicina regenerativa.
Hasta el momento una de las principales aplicaciones de la impresión 3D en este sentido, tiene que ver con la fabricación de prótesis. Los avances en este sentido han permitido pasar de las prótesis sintéticas a otras formadas por células.
Pero, ¿se podría llegar a regenerar órganos gracias a la impresión 3D? ¿Sería posible en el futuro imprimir un cebero o un pulmón, con sus funciones intactas?
Impresión 3D con células madre
En julio de 2017, investigadores de la Universidad de Wollongong, en Australia, consiguieron fabricar una bioink con la que eran capaces de imprimir en 3D tejidos blandos. Esta bioink se podría definir como una especie de bio-tinta formada por células que se comporta de forma similar a un líquido y que puede adaptar la forma deseada.

Las células que forman esta bio-tinta son células madre pluripotentes. La principal característica de esta células es que se derivan de una célula madre no-pluripotencial, y pueden reproducir prácticamente cualquier tipo de tejido orgánico.
Las células madre pluripotenciales o IPSs se pueden replicar y dividir después de la bio-impresión y así reemplazar al tejido vivo. En este sentido, se podría decir que funciona como una especie de granja de células. Incluso se pueden extraer estas células madre del propio paciente, minimizando así el riesgo de rechazo.
Impresión 3D para tratar lesiones cerebrales
El ACES (ARC Centre of Excellence for Electromaterials Science) es una de las instituciones que quiere estudiar la bio-impresión 3D con el objetivo de tratar lesiones cerebrales.
El Dr. Jeremy Crook, máximo responsable de las investigaciones, afirma que se pueden imprimir en 3D tejidos de cualquier parte del cuerpo, sanos o con alguna patología. Estas muestras se pueden usar como tests para hacer posible, mediante este método, el trasplante o la restauración de órganos.
En los estudios realizados ha quedado patente que es posible imprimir en 3D células cerebrales usando células madre. Incluso fueron capaces de crear tejidos neurotransmisores, lo que podría ayudar, por ejemplo, en el tratamiento del alzheimer o el Parkinson.

También pudieron generar células de soporte conocidas como neuroglia, que es el tejido que rodea y protege a las neuronas. La regeneración de estas células podría tener aplicaciones para el tratamiento de la epilepsia o la esquizofrenia.
Todas estas investigaciones parten del hecho, ya contrastado científicamente, de que las neuronas crecen y se regeneran. Sin embargo, ¿hace esto posible la impresión 3D de un cerebro?
Imprimir un cerebro en 3D: ¿realidad o ciencia ficción?
De momento sobra decir que suena más a ciencia ficción que a otra cosa. Para poder imprimir en 3D un cerebro completo, los investigadores deben saber todavía cómo imprimir el resto de regiones del cerebro. No hay que olvidar que existen casi 100 millones de células nerviosas en el cerebro, y que todavía estamos empezando a entender toda su complejidad.
De la misma manera, la bioink o bio-tinta empleada para impirir en 3D los tejidos también necesita ser estudiada más a fondo por los bioingenieros. Por tanto las investigaciones todavía están limitadas por el conocimiento de la tecnología.
En todo caso, parece claro que la medicina regenerativa tiene en la impresión 3D unos de sus mejores aliados y que, más pronto que tarde, ésta será fundamental para el trasplante o regeneración de órganos y tejidos.
*Imagen de portada: https://www.pexels.com/photo/brain-machine-man-manipulation-327054/